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Fantasia II.

Fantasia II. Habiendo los feana cantando por todo el reino las gestas del Señor de las Islas, tal y como la tradición de Aok las ha guardado en la memoria de sus gentes, y habiendo los magos de Dokiel inventando el alfabeto, sus reglas y gramaticas con arreglo a la Ley de la Palabra, el rey Bordá mando reunir a sus consejeres y les conjuro a transcribir las canciones populares a papel de abedul, para así preservar en la memoria para futuras generaciones.

Cientos de escribientes fueron adiestrados en el arte de la escritura y al cabo de 20 años, sumaban el número de 534 que relataban la infancia de Eadar el joven, 2500 que relataban las proezas y aventura de los caballeros de la Sociedad de la Palabra, 1231 construía en verso dodecasílabo cánticos de alabanza y finalmente, 100 ilustraban con delicados dibujos semejantes libros, que fueron guardados y cuidados por una hermandad que con tal fin se creo, la Sociedad de los valores eternos.

Sin embargo, la estirpe del Rey Bordá entró en decadencia y pronto los enemigos de Skut y Aordá, los habitantes de los páramos de Ekwan aprovecharon para arrasar al golpe de espada y fuego, la grandeza y la gloria del reino de Toel. Al principio tomaron las tierras altas, montañosas y agrestes del norte, y los vastagos de Bordá, se rieron. Luego tomaron el Valle Gemelo, tierra natal de gran Eadar, y la estirpe pervertida rió aún más fuerte, luego cruzarón el gran Lago de Salam con cientos de naves y saqueron las aldeas, mataron a sus honbres, recios pero pacificos agricultores. Entonces, la raza reinante tembló y escondío sus cabezas en sus palacios y torres, el ejército se disolvió y una gran cantidad de las gentes huyeron a Sur al reino vecino de Mantuán, otros cruzarón el estrecho de Farlg y alcanzaron isla Ballena, donde fundaron la ciudad de Gwuyenden y se convirtieron en Piratas de la estirpe inglesa.

En primavera, en el deshielo, las hueste de barbaros entraron en la Ciudad de la Luz al borde de Lago Salam, que es un lago salado donde no corre la brisa, y cuando llegaron, no encontraron a nadie ni nada. Salvo un niño, de dos años que, olvidado o quizás abandonado por sus padres deambulaba por las plazas empedradas de la Ciudad. Este niño es el prodigio del que dan cuentas otras historias, Groa, el hombre que no sabía llorar.

La Bibloteca de la Artes fue arrasada y con ello, la memoria colectiva de pueblo de Aok. No quedó libro, mapa, imagen alguna para preservar la memoria de los heroes, no quedo nada del Tratado de la Especie ni el Lenguaje de la Aves. De todos los libros, por circustancias que no son conocidas, no quedó más que uno. El titulo de este libro es y sera "La doctrina de la guerra".
20/07/2005

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