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Brote psicótico I. Duelo a garrotazos.

Brote psicótico I. Duelo a garrotazos. Fernando Alonso ha puesto the peak in Flandes. El nuevo Pelayo. Ferrari y los nipones son unos tramposos. No. En español, este idioma secular, no existen medias tintas. Perdimos los pelos de la lengua en el proceso de la evolución que nos trae desde Atapuerca. Se pasa del insulto de riqueza imponderable como mas facilidad que en otros idiomas y se pasa al garrotazo sin mediar palabra cuando esta escasea. Y escasean con frecuencia. Es el “bread, bread and wine wine” que no entiende ni dios en todo el mundo. O el “break someone’s face in two and shit on the mother that gave you birth!”. Luego ha dicho, Fernando, que los periodistas españoles, están esperando a que pinche, para decir que no aguanta la presión. Un prueba mas de los que asturianos son quienes como mas derecho pueden llamarse españoles. La presión...ese mal del país, con la que we throw the house through the window con facilidad pasmosa. Que memez... pero qué gesto!

Qué triste verdad! Qué pena me da España, y qué rabia, que es un sentimiento tan singularmente español. ¡Qué rabia! es un sentimiento que el sajón no tiene. El sajon se indigna. El alemán se irrita. El francés desprecia pero el español ¡Qué rabia!

España: es como tener un hijo tonto. Si por quererlo mas fuera más listo pero.... En esto, me veo irremediablemente español. Los genes no en vano. Ser español es un gen dominante frente al sajonismo recesivo. Es el fenotipo inocultable. España, camisa blanca! Qué jodio el Blas de Otero y qué clarividencia mas cabrona.

Otro ejemplo de la busquedad insaciable de causas. Mirad a esta España centripeta. Mirad al País Vasco o a Cataluña y cuanto más lo mireís mas españoles, peninsulares o como coño queraís llamarlos, los vereís. Cuando mas reniegan y cómo reniegan, mas se acercan a la sangre ancestral y al seny o hibris mas auténticamente al territorio, esta peninsula que por los pelos se agarra o nos agarra a Europa. Creo que Castilla, vieja o nueva, dejó hace centurias de representar los valores eternos, eternamente brutales, del habitante de esta orografia puñetera. Los vascos y los catalanes son los mas directos herederos de las virtudes de los pobladores de acá. Sus boberías son tan claramente nativas, sus majaderías tan ibéricas o celtibéricas, que si no fuera, por ese fatalismo que nos acompaña desde Numancia, diría que estamos a punto de ser imperio. Eso si, imperio por los pelos, por cojones, porque yes. En negando y renegando, el vasco o el catalán despliega toda las virtudes del españolismo mas atávico y peligroso. Tan españoles, que a veces se pasan y parecen castellanos viejos. Esta es la misería intrinseca del nativo de acá, que no habiendo encontrando causa justa, la emprende a garrotazos con el vecino, el hermano o primo. O dicho en plata, como de otro modo no podía ser: solo para tocar los cojones y ver qué pasa. Para colmo, disfrutan de la proverbial ineptitud de sus gobernantes tan característica del país desde Wamba o Wenceslao. La otra, esa tozudez rural de celtibero, vascon, o tarteso que no se deja conquistar estando conquistado aunque no tenga nada que ofrecer como botin. Todo indigena del territorio, es una numancia o un trafalgar, by default. Será por orgullo aunque luego queden en nada, en ironía acaso. Será la necesidad de un ontología de las españas, de una causa. Será por eso que es en la misería absoluta, donde el español se muestra especialmente lucido. Para la miseria we paint us alone. Es el caos donde prosperamos. ¡Què mejor causa! Pero el mundo esta cada vez mas organizado de la mano del sajón. Un sajón que extermina con disciplina y eficacia. Un sajón tenaz y paciente. Es lógico que en este mundo, el español no tenga mucho que hacer de momento. Ni es organizado, ni paciente ni tenaz. Es un long-live-the virgin, cojonudo para las fiestas, para las hostias, para las causas. No para la organización. El anarquismo es español, que es decir catalan, asturiano o como te salga de los huevos. Sin medianias, sin medias tintas. Al pan, pan y al vino, vino. O blanco o negro. Y si es castaño oscuro, ya te estas pasando, macho. Será por eso que estamos en el extremo de Europa. Cuando teníamos causa (disfrazadas de religiosas) cagábamos en Lima, Argel, en Flandes o en la mismisima Francia hugonote. Qué oportunidad de cortarle el cuello a Francisco I, seremos gilipollas

El español, no lo olvidemos, con causa se mata o desvive con facilidad. Sin causa, idem. Se pica con asombra rapidez y esta presto a “you don’t know who you are playing youself with” Si hay ir se va y si es el vecino, mejor que mejor. Pa´ que ir mas lejos. Goya en ese grabado de dos hombres enterrados por las rodillas dándose garrotazos representa al nativo sin causa, al nativo de este territorio de acá, aún sin nombre, anterior a godos o los romanos, a los tartesos o finicios. La celtibéria. Aqui fueron a llegar los indoeuropeos residuales, los iberos y celtas que migraron los primeros, los finicios residuales, los vandalos residuales, los sarracenos orientales que no se conformaban con el Danubio o el Garonne. Los del gen por mis huevos que llegaban al fin de mundo, al finis terrae, no se sabe pá qué. Eso se verá. Acaso por contemplar, like a master, el declive del sol. Very proper.

Triste. Porque después recorres el país, ahora en plena primavera y te das cuenta, que esta tierra del fin del mundo, esta “tierra de muertos” como el everismo celta irlandés considera, es la hostia de bonito, de singular, de auténtica. ¡Si solo tuviera una causa! Un chiquita. Un descubrir una América o un denunciar llamando por su nombre en lengua peninsular a todos los sirvengüenzas del mundo. Sin pelos en la lengua. Bastaría acaso repetir en alguna lengua vernacula de acá, hideputa o mala madra que te parío para amendrentar a los desalmados. ¿Por qué no la causa de derribar a los poderosos, no para nosotros, para el mundo? ¿Por qué no la causa de llevar la tortilla de patata a todos los que se mueren de hambre? ¿por qué no oponerse a este estilo pervertido de mundo sajón, ruso, chino o francés? ¿por qué no exportar España y el caos al mundo? ¿por qué no hacer las cosas a la española?

Si. La cosa es triste porque sus gentes, norte o sur, levante o poniente, unidos por destino histórico absolutamente fatal ausente de causas nobles son todos inevitablemente como Alonso Quijanos enloquecidos, que necesitan de la aventura, los molinos, dulcineas ridiculas. Necesitan el invento, la suceptibilidad, necesitan poner a parir tó dios a ver si cae la breva de una buena manta de hostias, mientras se juega una partida de mus, con mucho pique, y se apura el soberano. Asi, asi se desgastan malamente los esfuerzos en las tabernas hasta que haya ocasión para echarse al monte, a las serranías, como bandoleros o maquis, nuestra oculta vocación desde Viriato.

¿Que fue la guerra civil? causas enlonquecidas.

Nuestro amigo Cioran, ese reconocido apátrida, que llegó a confesar su deseo haber sido español dice: el español siempre da la impresión de que echa algo de menos. (Conversaciones -Tusquets)

Quizás una causa, un razón de ser o desaparecer.
06/05/2005

1 comentario

Jordan Flipsyde -

The most glorious moment in your life are not the so-called days of success, but rather those days when out of dejection and despair you feel rise in you a challenge to life, and the promise of future accomplishment.